Según el Autor Carlos Arellano García, en su libro el “Manual del abogado”, señala las cualidades que todo abogado debe tener, pero en mi particular punto de vista las ordeno según mi criterio de cuáles son los más importantes, estas son:
VOCACIÓN: Cultiva su vocación por la ciencia del Derecho y por el ejercicio de la profesión que ejerce.
CONOCIMIENTOS: Poseedor de conocimientos teóricos en el Derecho. Su capacidad reiterada no debe ser motivo de abandono.
LEALTAD: Es un hombre leal, es depositario de la confianza de quien le ha encargado la defensa de su cliente y del conocimiento.
HONRADEZ: Su probidad debe estar fuera de cualquier duda, debe parecerlo y serlo.
ORDENADO: Maneja varios asuntos de los que simultáneamente se ocupa, no pone en peligro su buena actuación.
NEGOCIADOR: Experto negociador.
CULTO: Es un hombre culto, con una aprendizaje cotidiano a través de los libros y acontecimientos trascendentes de su tiempo.
DINÁMICO: Es un ser dinámico, procurando una prontitud de la justicia.
ANALISTA: Un manejador de la lógica para vencer y convencer. El análisis de la realidad planteada por quien requiere de sus servicios y el encuentro de las normas jurídicas.
RESPETO: Respetuoso de la investidura de toda autoridad.
EXPERIENCIA: Se forja en la experiencia, producto de un oportuno contacto con la realidad, mediante de una práctica jurídica.
BUENA FE: Actúa de buena fe y debe creer en la buena fe de los demás, sin llegar a una confianza excesiva.
EQUIDAD: Poseedor de un buen criterio de equidad. Su pericia no deberá ser puesta jamás al servicio de las causas injustas.
FIRMEZA: Enérgico para insistir en sus reclamaciones con firmeza de carácter, sin llegar a violentar su lenguaje hablado o escrito. La fuerza de los argumentos apoyará su energía.
DISCRECIÓN: El secreto profesional.
VERACIDAD: Es la virtud en el profesional del Derecho, que constituye una norma de conducta cotidiana.
ECUANIMIDAD: Se fortalece ante duras pruebas.
PRÁCTICO: Desarrolla su sentido práctico. Ha de examinar las ventajas y los inconvenientes del procedimiento que ha de seguir y no habrá de penetrar en zonas difíciles cuando pueda evitarlo.
CORTESÍA: Para poder exigir el respeto a los demás, el abogado debe empezar por respetarse a sí mismo, y esto lo logrará si establece como norma de su vida el principio de no dañar jamás al prójimo. “Alter non laedere” (No dañar a otro).
PRESENTACIÓN: Representa su investidura de profesional del Derecho.
Quiero señalar que entre las cualidades ya mencionadas, la más importante a mi consideración y que es el punto esencial de esta profesión; es la Vocación, el estudio de la ciencia del Derecho, su ejercicio con plenitud y la satisfacción.
El ejercicio del profesional del derecho se vinculara siempre en la búsqueda de la justicia, siendo una profesión libre e independiente que presta un servicio a la sociedad y al pleno respeto de los derechos humanos, principalmente los intereses de su cliente.
Los conocimientos los adquirimos en la facultad de derecho, la lealtad, la honradez y el respeto son valores que nos enseñan desde el núcleo de nuestra familia.
En conclusión, todas las demás cualidades son importantes, pero cada una de ellas se va forjando a través de la experiencia de la profesión. Si usted en algún momento necesita de un profesional del derecho, le invito que analice estas cualidades antes de contratar a un abogado, si cuenta con la mayoría, considero que su asunto o problemática tendrá un mayor éxito para resolverse, es decir, está usted contratante a un gran profesional.
